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El gasto público se redefine ante nuevas metas fiscales

El gasto público se redefine ante nuevas metas fiscales

21/04/2025
Matheus Moraes
El gasto público se redefine ante nuevas metas fiscales

El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2025 marca un momento de inflexión en la gestión económica de México. Tras un ciclo de gasto expansivo en 2024, el gobierno decide aplicar ajustes contundentes para garantizar la sostenibilidad fiscal y enfrentar los desafíos de la deuda.

Este artículo analiza en detalle las cifras clave, los riesgos estructurales y las alternativas de política que permitirán sostener el desarrollo y la infraestructura sin sacrificar la calidad de los servicios públicos.

Magnitud del ajuste fiscal para 2025

Para 2025, el PPEF prevé un gasto neto total de 9.30 billones de pesos, lo que equivale a una reducción real del 3.3% frente a 2024. En términos de recursos programables, el recorte alcanza el 7.3% y la inversión en infraestructura sufrirá un ajuste del 12.7%, descendiendo de 932.4 a 848.7 mil millones de pesos.

Estas cifras no solo buscan contener el déficit, sino también enviar una señal de disciplina fiscal, en un contexto donde los ingresos no han crecido al ritmo necesario y la dependencia petrolera ha disminuido.

Déficit, endeudamiento y sostenibilidad

El déficit presupuestario se ajustará al 3.9% del PIB en 2025, frente al 5.9% de 2024. El balance primario proyectado es de 1.4% del PIB, una meta que refleja la necesidad de contener el aumento de la deuda.

El costo del servicio de la deuda seguirá aumentando: el pago de intereses alcanzará 1.39 billones de pesos, un alza del 8.5% respecto al año anterior, representando el 14.9% del gasto total. La emisión de bonos soberanos en mercados internacionales aliviará las presiones de liquidez, pero incrementa la exposición a eventuales alzas de tasas.

Proyección de crecimiento: realismo frente a expectativas

La Secretaría de Hacienda proyecta un crecimiento económico de entre 2.0% y 3.0% para 2025, una cifra optimista en contraste con los pronósticos de organismos internacionales como el FMI o la OCDE, que estiman entre 1.0% y 1.5%.

Este desfase plantea la importancia de la inversión productiva y los programas sociales para impulsar la demanda interna y fortalecer la competitividad, pero los recortes anunciados desafían la capacidad de acelerar la recuperación.

Composición del gasto y prioridades

El PPEF 2025 se organiza bajo ocho ejes prioritarios que buscan prosperidad compartida y honestidad, privilegiando la inversión y los programas sociales por encima de los gastos operativos.

  • Programas sociales focalizados
  • Inversión productiva en sectores estratégicos
  • Reducción de gastos administrativos
  • Fortalecimiento de la recaudación fiscal

Aunque la estrategia es clara, el reto será mantener la eficiencia del gasto y garantizar que los recortes no deterioren servicios esenciales como salud, educación e infraestructura básica.

Datos comparativos internacionales

México posee un nivel de endeudamiento inferior al de economías como Japón, Brasil o Estados Unidos, lo cual ofrece un margen de maniobra, pero no exime de la necesidad de prudencia.

Estos comparativos ponen en perspectiva las decisiones de política fiscal y resaltan la oportunidad de fortalecer la recaudación sin disparar el endeudamiento.

Retos estructurales y riesgos latentes

El recorte en infraestructura del 12.7% podría retrasar proyectos clave para la conectividad regional y la productividad. La limitada expansión de la base tributaria obliga a buscar mecanismos alternativos que no sobrecarguen a los contribuyentes.

La dependencia al financiamiento mediante deuda aumenta el riesgo ante choques externos, como subidas de tasas internacionales o desaceleraciones globales. Mantener una visión a largo plazo y enfocar la inversión productiva será crucial para amortiguar dichos efectos.

Análisis de expertos y recomendaciones

Diversos especialistas coinciden en que el ajuste es necesario, pero advierten sobre la importancia de:

  • Priorizar proyectos de alta rentabilidad social y económica.
  • Consolidar la transparencia en el uso de recursos.
  • Implementar reformas fiscales para ampliar la base tributaria.
  • Fomentar la colaboración público-privada en infraestructura.

Estas medidas podrían impulsar la recaudación y atraer inversión sin sacrificar la calidad de los servicios públicos.

Alternativas y propuestas de política

Para reforzar la salud fiscal y sostener el desarrollo se plantean:

  • Impulsar una reforma tributaria progresiva que grave el consumo de lujo y digital.
  • Ampliar créditos fiscales a empresas que inviertan en tecnología y energías limpias.
  • Establecer fondos de estabilización contra choques externos.
  • Crear mecanismos de evaluación continua de impacto social y económico.

Estas iniciativas, acompañadas de mecanismos de auditoría robustos, garantizarían una mayor eficiencia y rendición de cuentas en el gasto público.

En conclusión, las nuevas metas fiscales para 2025 redefinen el papel del Estado en la economía. El ajuste presupuestario es ambicioso y necesario, pero debe combinarse con políticas de largo plazo que impulsen la inversión, fortalezcan la recaudación y aseguren la sostenibilidad de los servicios públicos.

Sólo mediante un enfoque equilibrado y colaborativo se podrá transitar hacia un modelo fiscal sólido, que permita a México crecer de manera inclusiva y resiliente en los próximos años.

Matheus Moraes

Sobre el Autor: Matheus Moraes

Matheus Moraes