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Mercados asiáticos reaccionan ante tensiones comerciales

Mercados asiáticos reaccionan ante tensiones comerciales

13/06/2025
Matheus Moraes
Mercados asiáticos reaccionan ante tensiones comerciales

El panorama económico de Asia-Pacífico atraviesa un momento de ajuste y reflexión. Tras años de expansión acelerada, la región muestra señales de moderación, con proyecciones de crecimiento que caen de un 3,6% en 2024 a un rango de 2,6%-2,7% para 2025-2026. Este cambio se produce en un contexto de crecientes medidas proteccionistas, aranceles recíprocos y subsidios que han alterado dinámicas comerciales establecidas.

Lejos de ser un fenómeno aislado, la desaceleración refleja tendencias mundiales: un repunte temporal del comercio global a inicios de 2025 que ya empieza a disiparse, presión sobre los fletes marítimos y una mayor incertidumbre para inversores y empresas. Frente a este escenario, los mercados asiáticos buscan adaptarse, diversificar cadenas de valor y desplegar estrategias de resiliencia.

Desaceleración del crecimiento y tendencias recientes

Durante el primer trimestre de 2025, China registró un crecimiento interanual del 5,4% del PIB, equivalente a 31,87 billones de yuanes, y un avance trimestral del 1,2% respecto al último trimestre de 2024. Sin embargo, estos números, aunque sólidos, se inscriben en una tendencia de enfriamiento.

La región Asia-Pacífico en su conjunto experimenta un ritmo de expansión más moderado apoyado principalmente en el consumo interno, pero debilitado por la cautela de exportadores e importadores. El repunte comercial en abril de 2025, impulsado por pedidos anticipados ante la expectativa de nuevos aranceles, parece haber sido un efecto temporal que no compensa el ritmo general a la baja.

Impacto de las tensiones comerciales en el comercio

Las tensiones entre grandes economías, especialmente China y Estados Unidos, han generado una serie de efectos entrelazados:

  • La imposición de nuevos aranceles y medidas antidumping que limitan el dinamismo de las exportaciones.
  • Subsidios selectivos a sectores estratégicos que distorsionan la competencia.
  • Un aumento de la incertidumbre generada por barreras comerciales, que frena la inversión.

Para 2025, se prevé una contracción del 0,2% en el volumen mundial de bienes comerciados, una revisión a la baja desde la anterior expectativa de crecimiento del 3%. Las exportaciones de servicios comerciales también muestran tendencias a la baja, afectadas por las mismas fricciones.

Indicadores clave y tendencias en datos

Los números más relevantes ofrecen una visión comprensiva del impacto en la región y en el comercio global:

El Índice Compuesto de Fletes de Exportación Contenerizada de Shanghái cayó un 40% entre enero y marzo de 2025, retornando a niveles prepandemia. Este indicador refleja la menor demanda de transporte marítimo y el reajuste de rutas logísticas.

Cambios en cadenas de suministro y estrategias empresariales

Ante esta volatilidad, las empresas han adoptado diversas tácticas:

  • Diversificación de cadenas de suministro hacia el sudeste asiático y América Latina.
  • Replanteamiento de inversiones y aplazamiento de proyectos de expansión.
  • Refuerzo de la gestión de riesgos corporativos y seguros de crédito.

La necesidad de flexibilidad ha impulsado a muchas firmas a estrechar relaciones con proveedores locales, optimizar inventarios y desarrollar capacidades internas de fabricación. Este proceso, aunque costoso en el corto plazo, puede traducirse en mayor autonomía y resiliencia.

Respuestas de política y perspectivas para 2025

Los gobiernos de la región han desplegado políticas de facilitación comercial como la reducción de trámites aduaneros y la digitalización de procesos. No obstante, estas iniciativas enfrentan un límite ante el aumento de barreras impuestas por terceros.

  • Programas de estímulo fiscal orientados a pymes exportadoras.
  • Acuerdos bilaterales y multilaterales para aliviar aranceles.
  • Iniciativas de integración regional que promueven corredores comerciales.

El Banco Mundial proyecta un crecimiento del 4,9% para los países en desarrollo de Asia-Pacífico en 2025, sustentado en parte por el fortalecimiento del mercado interno. Sin embargo, estos ritmos distan de los alcanzados antes de la pandemia.

Estrategias prácticas para empresas e inversores

En este entorno complejo, las compañías y los inversores pueden adoptar varias recomendaciones:

Identificar oportunidades en mercados emergentes dentro de la región, donde la demanda local crece con fuerza y los aranceles externos afectan menos. Analizar cuidadosamente la viabilidad de relocalizar operaciones para equilibrar costos y riesgos.

Fomentar alianzas estratégicas con socios regionales para compartir recursos y conocimiento. La colaboración puede reducir barreras de entrada y acelerar respuestas ante cambios normativos.

Para los inversores, la mirada a largo plazo es fundamental. Mantener carteras diversificadas, valorar activos en sectores resilientes como el consumo interno y la tecnología, y aprovechar productos financieros que cubran riesgos cambiarios y de crédito.

Además, monitorizar de cerca las políticas públicas y acuerdos comerciales emergentes permitirá anticipar movimientos de mercado y ajustar estrategias en tiempo real.

La adaptación a un contexto de tensiones requiere equilibrio entre precaución y audacia, así como un análisis constante de indicadores clave. Solo así las empresas podrán transformar desafíos en palancas de innovación y crecimiento sostenible.

En conclusión, aunque los mercados asiáticos enfrentan una fase de ajuste ante las tensiones comerciales, la región cuenta con capacidades de resiliencia e innovación que le permitirán superar los retos. Oportunidades existen para quienes apuesten por la diversificación, la cooperación y el enfoque estratégico a largo plazo.

Matheus Moraes

Sobre el Autor: Matheus Moraes

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