En el entorno financiero actual, donde la volatilidad y la incertidumbre suelen ser constantes, los inversores buscan alternativas que combinen rendimiento sólido y estable a largo plazo con la protección necesaria para enfrentar imprevistos. Para quienes planean objetivos de entre dos y cinco años, los CDBs (Certificados de Depósito Bancario) y las LCIs (Letras de Crédito Imobiliário) se presentan como opciones idóneas. Este artículo explora a fondo sus características, ventajas y consideraciones, aportando claridad y confianza para tomar decisiones informadas.
Los Certificados de Depósito Bancario (CDB) son títulos de renta fija emitidos por entidades bancarias para captar recursos. Al adquirir un CDB, el inversor prestar dinero al banco con interés fijo o variable, a cambio de una remuneración pactada. Existen tres modalidades principales: tasa fija (prefixada), vinculada al CDI (pós-fixada) y híbrida, que combina ambas. La oferta varía según el tamaño del banco: los grandes suelen ofrecer menor riesgo y tasa, mientras que entidades medianas y pequeñas pagan un extra para atraer capital.
Por su parte, las Letras de Crédito Imobiliario (LCI) están diseñadas específicamente para financiar el sector inmobiliario. Generalmente se comercializan con tasa vinculada al CDI o de tipo prefixado. Su atractivo principal radica en la exención de impuesto de renta para persona física y en la cobertura que brinda el FGC, lo que las convierte en instrumentos competitivos frente a otras alternativas de renta fija.
Ambos productos cuentan con la garantía del Fondo Garantizador de Créditos, que cubre hasta 250.000 R$ por institución y por CPF, con un límite global de 1 millón de R$ cada cuatro años. Esta red de seguridad minimiza el impacto de una posible quiebra del emisor, ofreciendo un colchón importante para el inversor conservador.
No obstante, el riesgo de crédito no desaparece completamente. Cada emisora tiene su perfil financiero y de solvencia, por lo que es fundamental evaluar la calificación y salud económica del banco antes de comprometer capital. La diversificación entre emisores y plazos también ayuda a reducir la exposición a eventos adversos específicos.
En el caso de los CDBs, la remuneración puede superar el 100% del CDI en bancos pequeños y medianos, donde las tasas oscilan entre 105% y 120% del CDI en plazos de dos a cuatro años. En entidades más grandes, es habitual encontrar CDBs que ofrecen entre 90% y 100% del CDI, con menor riesgo crediticio. Los instrumentos prefixados y los híbridos dependen de las expectativas sobre la evolución de la tasa Selic y pueden resultar atractivos en entornos de tasas altas.
Las LCIs, aunque suelen ofertar rendimientos nominales cercanos al CDI (entre 92% y 98%), disfrutan de la ventaja de no tributar Impuesto de Renta. Esto implica que, en términos netos, su rentabilidad puede ser comparable o incluso superior a la de muchos CDBs, especialmente cuando se analizan plazos de uno a tres años y se considera el ahorro fiscal.
En los CDB la tributación se aplica de forma regresiva según el plazo: 22,5% hasta 180 días; 20% entre 181 y 360 días; 17,5% entre 361 y 720 días; 15% para más de 720 días. Esta estructura incentiva la permanencia en el instrumento, premiando a quienes invierten a largo plazo. Las LCIs, en cambio, ofrecen exención de impuesto de renta para personas físicas, lo que las hace particularmente atractivas para quienes buscan optimizar la rentabilidad neta sin complicaciones fiscales.
La mayoría de los CDBs dispensa liquidez diaria si se contrata con esa característica, pero las emisiones de mediano plazo suelen exigir permanencia de dos a cinco años, ajustándose perfectamente a metas de mediano plazo. Para rescates anticipados en CDBs sin liquidez diaria, generalmente se aplica descuento de intereses o se limita el valor recuperable.
Las LCIs usualmente presentan una carencia mínima de 90 días y pueden extenderse hasta cinco años, sin opción de rescate anticipado en muchos casos. Por lo tanto, es importante alinear el horizonte de inversión con las necesidades de liquidez del inversor, evitando sorpresas indeseadas.
A diferencia de productos de muy corto plazo, como la poupança o el Tesouro Selic, los CDBs y las LCIs permiten flexibilidad sin sacrificar la seguridad y alcanzar rendimiento sólido y estable a largo plazo. Al fijar una tasa hoy, el inversor se protege contra posibles caídas de las tasas de interés, asegurando flujos predecibles para proyectos futuros.
Sea para financiar viajes, adelantar la compra de bienes durables o constituir el capital inicial para un emprendimiento, estos instrumentos son ideal para objetivos de mediano plazo y facilitan la planificación financiera con metas claras y alcanzables en un horizonte de dos a cinco años.
Esta comparación muestra cómo cada producto encaja en diferentes perfiles y necesidades, permitiendo construir una cartera equilibrada y diversificada.
Como en toda inversión, existen riesgos a considerar: riesgo de crédito si la entidad emisora enfrenta dificultades, riesgo de liquidez al requerir fondos antes del vencimiento y riesgo de mercado si la tasa de interés varía drásticamente. Para mitigarlos, se recomienda diversificar entre emisores, plazos y productos, así como evaluar constantemente la situación macroeconómica y las perspectivas de la Selic.
En 2025, con la tasa básica de interés (Selic) por encima del 10%, los inversores pueden encontrar CDBs de bancos medianos pagando entre 105% y 120% del CDI en plazos de 2 a 4 años. Las LCIs, con ofertas que rondan el 92% al 98% del CDI, se mantienen demandadas por su alivio fiscal y la cobertura del FGC. El universo de emisiones de CDBs sigue creciendo, confirmando el interés de las entidades por captar recursos con costes previsibles.
Al considerar CDBs y LCIs, es posible lograr un equilibrio entre rentabilidad, seguridad y liquidez adaptado a horizontes de mediano plazo. Evaluar emisores, plazos y condiciones fiscales permitirá trazar un plan de inversión robusto, alineado con tus metas financieras. Con la combinación adecuada de productos, tu cartera no solo resistirá escenarios adversos, sino que aprovechará oportunidades para crecer con confianza y tranquilidad.
Referencias