La depreciación del peso mexicano frente al dólar ha generado un entorno lleno de oportunidades para las empresas que enfocan sus ventas en mercados internacionales. Este artículo explora cómo aprovechar estos movimientos cambiarios para maximizar utilidades y fortalecer la competitividad global.
Durante 2024 y lo que va de 2025, el peso mexicano se ha depreciado de manera sostenida, influido por la incertidumbre política interna, la primera presidencia femenina en México y la volatilidad global derivada de conflictos como la guerra en Ucrania. Para el 10 de junio de 2025, el tipo de cambio cerró en 19.06 pesos por dólar, tras alcanzar 20.79 pesos a inicios de año.
La Secretaría de Hacienda estima que, pese a esta debilidad, el crecimiento económico para 2025 se ubicará entre 1.3% y 2.3%, apoyado en parte por un impacto fiscal positivo para exportadores y mayores ingresos petroleros al convertir divisas a moneda local.
Las empresas que venden al exterior enfrentan una mejora inmediata en su posición de mercado. Cuando el peso pierde valor, los productos mexicanos se vuelven más atractivos en precio, lo que abre la puerta a nuevos clientes y contratos.
Además, al convertir sus ventas en dólares a pesos, obtienen un márgenes de utilidad significativamente superiores, potenciando la rentabilidad de cada operación. A continuación, se detallan los beneficios principales:
Empresas como Nemak, cuya facturación proviene en un alto porcentaje de dólares, destacan como ejemplos del efecto positivo de la depreciación. Su deuda también en divisas les proporciona una cobertura natural contra el riesgo y les permite consolidar márgenes robustos.
Estos datos subrayan la relevancia de planificar con base en métricas reales y aprovechar el momento cambiario a favor del crecimiento empresarial.
Pese a las ventajas, la volatilidad exige estrategias sólidas de protección. Para empresas con plazos largos entre venta y cobro, un movimiento adverso en el tipo de cambio puede erosionar ganancias.
Algunas herramientas de cobertura externa y acciones recomendadas incluyen:
Las negociaciones trilaterales con Estados Unidos y otros socios comerciales tienen un rol clave en la estabilidad cambiaria. Recientemente, el diálogo para eliminar aranceles al acero mexicano impulsa al sector metalúrgico y su cadena de proveedores.
En ciclos anteriores, ajustes en cuotas de importación de acero permitieron un incremento del 7% en exportaciones, demostrando cómo una política favorable potencia la influencia de negociaciones comerciales internacionales.
La depreciación del peso constituye una ventana de oportunidad para empresas exportadoras mexicanas. Con una correcta planificación y el uso de herramientas de cobertura externa, es posible maximizar beneficios y minimizar riesgos.
Para capitalizar este entorno, se sugiere:
Así, las empresas no solo afianzan su presencia internacional, sino que contribuyen al desarrollo del país, convirtiendo la volatilidad en un motor de crecimiento.
Referencias