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Los mercados evalúan riesgos ante nuevas tensiones geopolíticas

Los mercados evalúan riesgos ante nuevas tensiones geopolíticas

16/09/2025
Matheus Moraes
Los mercados evalúan riesgos ante nuevas tensiones geopolíticas

En 2025, los inversores se enfrentan a un escenario global más desafiante que en décadas recientes. La confluencia de rivalidades estratégicas, conflictos regionales y una fragmentación creciente del multilateralismo ha redefinido la percepción de riesgo en cada rincón del planeta.

Entender cómo estas dinámicas impactan a las economías y los activos financieros resulta fundamental para quienes buscan no solo proteger su patrimonio, sino también identificar oportunidades en medio de la incertidumbre.

El panorama geopolítico actual

La escalada de tensiones entre Estados Unidos y China trasciende lo comercial. Desde disputas en el Mar del Sur de China hasta restricciones tecnológicas y sanciones mutuas, cada movimiento genera olas en los índices bursátiles y en los mercados de divisas.

Con 59 conflictos militares activos, la cifra más alta desde la Segunda Guerra Mundial, y una alta aversión al riesgo, los inversores han visto cómo las cotizaciones oscilan con mayor intensidad. Este entorno obliga a redefinir parámetros de valoración, como el coste del seguro contra impagos soberanos o los márgenes de financiación corporativa.

Al mismo tiempo, la proliferación de sanciones económicas y las tensiones en zonas estratégicas –Oriente Medio, Ucrania, el estrecho de Ormuz– añaden un componente de imprevisibilidad que puede alterar cadenas de suministro y cadenas logísticas, afectando desde el precio del petróleo hasta los semiconductores.

Tregua en Oriente Medio y su repercusión

La breve tregua alcanzada en junio de 2025 entre Irán, Estados Unidos e Israel representó un alivio momentáneo. El cese de hostilidades permitió una recuperación en los precios de activos de riesgo y un descenso en las cotizaciones del crudo.

Tras el anuncio, los mercados internacionales registraron una alza del 1,5% tras anuncios de cese al fuego, reflejando el impacto inmediato de la menor percepción de riesgo. No obstante, el temor a la reversión del acuerdo mantiene a los inversores cautelosos.

El sentimiento de mercado, medido a través de índices de volatilidad como el VIX, experimentó un retroceso, aunque se mantuvo por encima de sus promedios históricos. Los traders de energía ajustaron sus estrategias, reduciendo posiciones en futuros de petróleo y explorando oportunidades en activos alternativos como el gas natural y las energías renovables.

Reacciones de los bancos centrales

La Reserva Federal de Estados Unidos ha abandonado parte de su retórica agresiva tras observar señales de desaceleración en el consumo y una moderación en la inflación subyacente. El dólar cayó hasta 1,16 por euro, su nivel más bajo en semanas, en respuesta a las expectativas de recortes de tipos.

Frente a esta coyuntura, la FED debate el alcance y ritmo de las reducciones de tasas, sopesando el riesgo de sobrecalentar una economía que, pese a presentar resiliencia económica en EE. UU., muestra signos de enfriamiento en sectores clave como la automoción y la construcción.

Por su parte, el Banco Central Europeo adopta un perfil más cauteloso. La divergencia entre regiones –fortaleza en economías anglosajonas frente a cierto estancamiento en la eurozona– complica la toma de decisiones. El BCE ha señalado que cualquier movimiento dependerá de datos concretos sobre inflación y crecimiento.

Desempeño de mercados desarrollados vs emergentes

Cuando estalla un conflicto o surgen tensiones internacionales, la reacción de los mercados varía según la estructura económica y financiera de cada país. Los emergentes, con menores reservas internacionales y mayor necesidad de financiación externa, sufren caídas más pronunciadas.

La comparativa evidencia la vulnerabilidad de los países con menos reservas, como Jordania o Pakistán, frente a economías con mayor capacidad de endeudamiento interno y sistemas financieros más sólidos.

Sin embargo, algunos emergentes han implementado reformas que han fortalecido su resistencia. India, por ejemplo, ha acumulado reservas significativas y diversificado sus fuentes de financiación, reduciendo la volatilidad de su moneda frente al dólar.

Polarización política y volatilidad financiera

En Estados Unidos, la polarización entre partidos ha llevado a bloqueos legislativos y discusiones sobre techo de deuda, lo que alimenta la incertidumbre sobre la continuidad de políticas fiscales y económicas. Este clima político se traslada a los mercados, aumentando la oscilación de los bonos del Tesoro y de la Reserva Federal.

En Europa, el enfrentamiento entre gobiernos nacionales y Bruselas por temas arancelarios y regulación digital añade presión sobre la eurozona. La falta de una postura unificada incrementa el riesgo de fragmentación del orden mundial y repercute en la confianza de inversores institucionales.

Estrategias de inversión ante la incertidumbre

Frente a este entorno altamente volátil, diseñar una estrategia robusta es esencial. Considera los siguientes puntos:

  • Asegurar decisiones de inversión flexibles mediante posiciones líquidas y ajustables rápidamente.
  • Evaluar la exposición geográfica de la cartera y promover la diversificación sectorial.
  • Utilizar escenarios de choques geopolíticos extremos para pruebas de estrés periódicas.
  • Mantener colchones elevados de capital y liquidez para hacer frente a posibles contracciones de crédito.
  • Explorar activos refugio como el oro y bonos de alta calidad crediticia.
  • Contratar coberturas cambiarias si la cartera incluye divisas extranjeras.

Mirando hacia el futuro

La complejidad del contexto geopolítico no tiene visos de aminorarse. Sin embargo, cada fase de tensión puede abrir oportunidades para quienes adoptan un enfoque informado y disciplinado.

Combinar análisis de datos macroeconómicos con un seguimiento atento de la evolución política permite anticipar movimientos del mercado y ajustar las carteras en tiempo real. Además, incorporar criterios de sostenibilidad y responsabilidad social puede añadir un componente de valor a largo plazo.

En última instancia, la clave reside en mantener un equilibrio entre prudencia y audacia. Al comprender la interconexión entre geopolítica y mercados, los inversores pueden transformar la incertidumbre en un terreno fértil para la toma de decisiones estratégicas.

El futuro es incierto, pero la preparación y la adaptabilidad son aliadas indispensables. Adoptar una visión global, reforzar la gestión del riesgo y permanecer en constante aprendizaje permitirán convertir los desafíos actuales en un motor de crecimiento.

Matheus Moraes

Sobre el Autor: Matheus Moraes

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