La irrupción de la tecnología blockchain ha alcanzado un punto de inflexión en 2025: ya no se limita al ámbito de las criptomonedas, sino que se ha consolidado como infraestructura clave en el sector financiero. Grandes instituciones, gestoras de activos y fondos de inversión estructurados están adoptando esta tecnología para mejorar procesos, incrementar la transparencia y abrir nuevas vías de liquidez.
En el primer trimestre de 2025, las startups de blockchain y cripto recaudaron 4.800 millones de dólares, el mayor volumen desde finales de 2022. Este capital representa el 60% de toda la inversión de venture capital en blockchain durante 2024, y subraya el impulso decisivo detrás de la tokenización de activos del mundo real (Real World Assets, RWAs) y la digitalización de fondos tradicionales.
Lo que comenzó como una curiosidad tecnológica asociada a las criptomonedas ha evolucionado hacia un ecosistema robusto que combina blockchain e inteligencia artificial. En 2025, el mercado de aplicaciones conjuntas de blockchain e IA supera los 703 millones de dólares, permitiendo desarrollar contratos inteligentes automatizados y optimizar operaciones de trading y liquidación.
Además, en DeFi (finanzas descentralizadas), los protocolos recaudaron 763 millones de dólares solo en el último trimestre de 2025. Instituciones como BlackRock, Fidelity y Goldman Sachs ya exploran pilotos de fondos tokenizados, mientras consultoras como Boston Consulting Group estiman un crecimiento anual compuesto del 53% en tokenización de activos para el periodo 2025-2033.
La adopción de blockchain ofrece múltiples beneficios a gestores y partícipes de fondos. Desde libros de registro inmutables y transparentes hasta procesos de liquidación casi instantáneos, esta tecnología redefine los estándares de la industria.
Las aplicaciones ya no son teóricas. Grandes bancos emiten tokens que representan participaciones en fondos monetarios; inversores pueden intercambiarlos sin intermediarios y con costes reducidos. Al mismo tiempo, los fondos verdes aprovechan blockchain para garantizar que cada euro se destine a proyectos sostenibles y medir sus resultados.
Por otro lado, la regulación juega un papel central. En EE.UU., el Formulario 1099-DA exige reportes wallet-por-wallet, un estándar que pronto se replicará en Europa y Latinoamérica, impulsando una gobernanza más rigurosa.
A pesar del entusiasmo, existen obstáculos. El entorno macroeconómico y la competencia por capital en inteligencia artificial desvían parte de la inversión institucional. Además, las gestoras necesitan nuevas infraestructuras tecnológicas y personal con experiencia en blockchain y compliance.
Para inversores particulares y family offices, la clave está en la diligencia. Identifica fondos que ya operen con tokenización de activos y analiza su historial de rentabilidad y transparencia.
Puedes seguir estos pasos para iniciarte:
La democratización del acceso a fondos anteriormente reservados a grandes capitales es una realidad. La tokenización permite fraccionar inversiones y acceder a oportunidades globales sin enormes barreras de entrada.
Imagina poder adquirir una fracción de un fondo ESG sostenible o de un ETF blockchain con unos pocos dólares, todo gestionado por un contrato inteligente que garantice seguridad y cumplimiento automático.
La tecnología blockchain está transformando los fondos de inversión estructurados, integrando transparencia, eficiencia y sostenibilidad en cada fase del ciclo de vida de un fondo. A medida que la regulación se define y las instituciones adopten estándares globales, los inversores encontrarán un ecosistema más accesible y confiable.
El momento de explorar este universo es ahora: forma parte de la revolución financiera distribuida y descubre cómo la tokenización de activos puede enriquecer tu cartera, aportando innovación y resiliencia a tu estrategia de inversión.
Referencias